| Descripción | Descripción proveniente de YouTube: - Una tonelada de alimentos y mucha organización -
El pasado día 4 el sindicato de enfermeras convocó una Huelga Solidaría. Su intención era transmitir a los pacientes que las repetidas huelgas y movilizaciones en el sector sanitario no se basan exclusivamente en reivindicaciones salariales y sectoriales sino que implica a toda la sociedad porque el ataque es al sistema, no sólo a los salarios. Detrás de esta Huelga Solidaria está la recolecta de alimentos para luego hacérsela llegar a colectivos que lo necesiten.
En el Centro de Salud de Fátima se han llegado a recoger hasta una tonelada de alimentos, todo gracias a los vecinos del barrio. Es uno de los CS que colaboran con la plataforma Yo Sí Sanidad Universal y en el que "los médicos objetan para así atender a los migrantes del barrio aunque no tengan la tarjeta sanitaria", nos explica Sole. Esta plataforma se reúne periódicamente en el Centro Social EKO de Carabanchel donde también se reúne la Red de Derechos Sociales, un espacio de colaboración donde afectadas por la hipoteca han dado un paso más y también se organizan para cubrir otras necesidades. "Muchas familias no llegan a fin de mes, tienen a todos sus miembros en paro y no llegan a pagar el alquiler o el agua", nos dice Olga, una de las afectadas por la hipoteca que esta mañana han estado en el Centro de Salud recogiendo los alimentos. Olga insistía en recalcar "se tiran muchos alimentos para mantener los precios, quiero recalcarlo porque llevamos mucho tiempo yendo a los supermercados pidiéndoles los alimentos y no nos lo daban. Todavía tiran mucho." "Esta tarde se hará un reparto", nos aclara uno de los activistas, "primero lo perecedero, pero también nos hemos puesto en contacto con otra gente que trabaja en las misma línea", el Centro Social La Charca, donde hay familias con menores viviendo, y la Red Solidaria de Aluche, que llevan ya trabajando un año y medio. Olga nos recalca "No somos Cáritas, somos un grupo de gente que nos organizamos y nos ayudamos, cada uno con lo que puede, uno pone una furgoneta, otra gente dispone de tiempo...". Otra de las activistas nos dice "nosotras tenemos claro que esto es un parche porque el gobierno no está haciendo lo que debe". Tres furgonetas recogen los alimentos y se los llevan al Eko donde por la tarde se repartirán.
Sobre las ocho y media comienzan a llegar de nuevo activistas y afectadas para el reparto de comida, dando prioridad a los productos perecederos como huevos, fruta o verdura. Mientras un grupo limpia y almacena los productos no perecederos como la pasta o las legumbres, otros comienzan el reparto un par de plantas más arriba. En cada caja se ve especificado el nombre de la persona que lo va a recoger y el número de adultos y menores que componen el núcleo familiar. El número de menores condiciona los litros de leche y zumo, el número total de individuos, las cantidades. Preguntamos a una de las afectadas y nos cuenta "Es un complemento más, pero nuestra dieta no se puede basar en esto. A los niños hay que darles carne y pescado, que es algo que nos falta en el reparto semanal".
Una vez más queda demostrada que una mezcla de solidaridad vecinal y organización puede ser el camino para la construcción de una sociedad más humana. |
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